sábado, 26 de septiembre de 2009

TITANIC: Las verdaderas razones de su hundimiento

Buenas Pastafroleros, aquí nosotros otra vez para contestar esos interrogantes que aquejan nuestras vidas.
Todos sabemos que el Titanic se hundió por chocar con un iceberg, pero durante ya casi un siglo nos hemos preguntado cuál fue la verdadera razón de por qué este coloso de los mares, destinado a regir los océanos con su grandeza, terminó colisionando con esa masa de hielo en su viaje inaugural provocando no solo miles de víctimas fatales, sino también una lamentable película que personalmente me provoca una descompostura seria.
Bueno Pastafroleros, a través de un grupo de selectos hipnotistas, investigadores de lo desconocido y la decisiva colaboración de Silvio Soldán, hemos podido averiguar la verdadera causa de por qué el capitán y sus subalternos no pudieron maniobrar correctamente.

El Titanic en todo su esplendor. Muchas eran las voces que aseguraban regiría los 7 mares por centurias, pero su destino se vio atado a una lucha de intereses egoístas.

Todo comenzó 6 horas antes de la colisión, cuando el capitán Edward John Penguin se enfrascó en una estúpida discusión con el vicepresidente de la compañía constructora del barco Richard Trompet sobre la música que sonaría en el arribo triunfal al puerto de New York.
En un principio ambos estaban de acuerdo en que sonara algo de Vivaldi, pero luego la poderosa influencia de John Carpenter, hizo cambiar la opinión de Penguin quien comenzó a defender de manera indeclinable su postura de que sonara Wagner. Lo que no muchos sabían es que Carpenter había comprado los derechos de la música de Wagner, y por lo tanto que esta sonara en la llegada a NY incrementaría el valor de los mismos de manera exponencial.
Trompet estaba que tronaba. Era él quien había ayudado a Penguin a llegar hasta ese lugar, quien lo había traído desde ese humilde barquito pesquero hasta el máximo titán del atlántico, gracias a sus influencias en el mundo naval. En retribución Penguin le dejaba administrar a diestra y siniestra todos los entreteniminetos de los transatlánticos que él capitaneaba (algunos de dudosa legalidad), que reportaban millones en ganancias.
Trompet había hecho esto con varios capitanes, y de esta forma logró amasar una importante fortuna. Dar el brazo a torcer en lo más mínimo podría provocar que Penguin se abalanzara sobre sus otros negocios.

Puede ser la música el punto más importante cuando todavía el barco está en aguas abiertas??? Desde La Pastafrola creemos que hay cosas más importantes que hacer primero.

Ninguno de los dos retrocedía, y cada vez los ánimos estaban más caldeados. Tiene que sonar Vivaldi por esto, por esto y por aquello, repetía una y otra vez Trompet a los gritos. Penguin le retrucaba con otros argumentos. Ninguno de los dos exponía las verdaderas razones de por qué querían que sonara su música, pero que todos solapadamente sabían. Luego de dos horas de gritos y golpes en las paredes, Andrew Capocha, el 1er timonel, logró que ambos se tomaran unos minutos para repensar las cosas.
Carpenter maquiavelicamente, convenció también a Christine, la esposa de Penguin, de que Wagner era la mejor opción. Así que en esos minutos de descanso en su camarote y de charla con su mujer, Penguin salió más convencido todavía de que su opinión era la única valedera. Un intercambio de palabras con sus fieles laderos, quienes no hacían otra cosa que decirle todo que sí, tampoco hizo reflexionar aunque sea un poquito al capitán.
Trompet, apuntaló sus ideas con sus socios minoritarios, quienes no hicieron otra cosa que asentirle todo por miedo o por cobardía.
Al volver ambos a la cabina de mando, pidieron quedar a solas. La única persona que quedó junto a Trompet y Penguin era Christine, la mujer del capitán. Empezaron otra vez a los gritos, no había forma de llegar a un acuerdo. Parecía que nada los calmaría. Siguieron así un largo rato más.

Poco antes de la medianoche, le avisan al capitán que se aproximaba un iceberg, que se requería una maniobra evasiva. Nadie de la tripulacion capaz de realizar la maniobra se animó a entrar por miedo a que Penguin o Trompet se enojaran.
El capitán, enfrascado en esa lucha idiota e irrelevante, decidió que su mujer podía hacerlo. Ella, toda pispireta y con aires de grandeza tomó el timón y comenzó a girarlo para donde ella creía serviría, sin saber un carajo de nada y sin pedir ayuda a alguien que sepa. Ya se imaginaba en las portadas de los diarios "Christine Penguin salva al Titanic", saludando a las multitudes que la ovacionaban.
Lamentablemente todos sabemos como esto terminó, la maniobra evasiva fue inservible, y el Titanic sufrió una herida de muerte.
Pero es interesante saber que Penguin y Trompet siguieron en su ya inservible lucha por la banda sonora triunfal. Ni los gritos, ni las alertas, nada los hacía despertar de su sueño de ira. Cuando se dieron cuenta del desastre que habían provocado, ya era muy tarde. El agua les llegaba a los tobillos, los dos estaban perdidos.
Los verdaderos poderosos del barco (entre ellos, Carpenter) huyeron en los pocos botes salvavidas que había, salvándose para seguir comprando cuantos barcos, aviones y mansiones quisieran.

El barco se hundió y, como a lo largo de la historia, para subir a los botes se respetó el dicho: ricos y poderosos primero.

En su estúpida, insignificante y finalmente inútil discusión, Penguin y Trompet, con la inestimable ayuda de Christine y el nulo aporte del resto de la tripulación que parecía que solo le gustaba salir en las fotos, hundieron un barco destinado a la grandeza, y con él a miles de inocentes pasajeros y trabajadores que quedaron atrapados por la falta de botes. Al encerrarse en esa discusión, ambos fallaron en la verdadera e impostergable misión que tenían: llevar el Titanic a salvo al puerto de New York.

Así es Pastafroleros, esta fue la verdadera causa de la colisión del Titanic con el iceberg que provocó su hundimiento. Cualquier semejanza con la realidad, es pura coincidencia.

Para la próxima, les traeremos un informe sobre la verdad oculta tras la mafia del atún enlatado y el tráfico de goma eva en la triple frontera.
Saludos, y
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