viernes, 21 de agosto de 2009

La Pastafrola Investiga: Tipos de Estudiante

Hola queridos Pastafroleros, en el mes de la primavera, el mes del estudiante les traemos una interesante investigación hecha en colaboración con el Instituto Pomarola, donde les presentaremos una breve descripción de los diferentes tipos de estudiante.
El estudiante, ese ser incomprendido que vive en el limbo de la sociedad, hoy es desenmarañado gracias a una investigación de varios miles de segundos y que acarreó un gasto de casi $4.

Seguramente se estarán preguntando, y esta vez con qué huevada salen??? Tengan por seguro que no nos dedicaremos a describir aquellos clásicos como "el traga" o "el burro" o "el chupamedias" porque todos ya sabemos cómo son esas personas.
Y entonces qué viene ahora??? Vienen unos párrafos de algo de investigación, poco de verdad, y por sobre todo, mucha pero mucha magia.
Así que Pastafroleros, los que lean lo que a continuación sigue, seguramente terminarán admitiendo que uno mismo o algún conocido pasó por lo menos por alguno de estos estados.

El Ardilla
De la misma forma que una ardilla acopia bellotas para pasar el invierno, este estudiante se caracteriza por acaparar todo tipo de información de absolutamente cualquier materia, de toda índole: libros, fotocopias, apuntes prestados, parciales viejos, resúmenes, e incluso pueden poseer apuntes y soluciones de problemas que jamás existieron.
Estos estudiantes suelen ser amigables y con buena predisposición a prestar por breves segundos su material, por lo que es aconsejable siempre consultar con ellos antes de un examen.
El único riesgo que corre el estudiante ardilla es que puede llegar acopiar a una sobredosis de información, la cual podría ser inservible, repetida o, en el peor de los casos, perjudicial para su propio estudio.
Lamentablemente nuestra investigación ha descubierto el llamado "dark side of the squirrel", en español "el lado oscuro de la ardilla". Estas "dark ardillas" amarretean información clave que es útil para todo el grupo de estudio, aún cuando esto podría perjudicarlos. En el mejor de los casos aparecen a último momento con una fotocopia de un examen viejo con ese tema que todos supusieron (también el "dark ardilla") NO ENTRA NUNCA, dicienedo "uy miren lo que encontré, jaja". Pero en muchos otros se la guardan, y luego de que muchos han sido empernados con el ejercicio 4, el "dark ardilla" dice: "viste el 4? era igualito al del parcial del 2004". De esta forma termina ganándose el odio visceral del resto de sus compañeros.

El ardilla, ese estudiante típicamente bueno que comparte su gran acopio de información, y su contracara el dark ardilla que por diferentes razones disfruta ocultando la misma.

El Cabulero
Tipo supersticioso, recurre a la repetición de ciertos rituales antes o durante cada examen importante, algunos pueden ser: comer siempre lo mismo, llevar la misma ropa, peinarse de cierta forma, usar un determinado color de lapicera, escuchar el mismo ridículo tema musical antes de entrar, sentarse en el mismo banco.
Esto no acarrea ningún problema, salvo en cierto tipo de personas, que debido a una buena seguidilla de buenas notas, comienzan a exacerbar estas pequeñas cábalas. Así es como algunos han cometido inverosímiles actos como:
  • usar las mismas medias una semana antes de rendir, e ir con las mismas puestas al examen;
  • hacer resumenes siempre de la misma cantidad de hojas, sin importar la dificultad de los temas a rendir (hay casos registrados de alumnos que resumieron Física Moderna en 21 páginas para mantener sus cábalas);
  • comenzar a estudiar siempre el mismo día a la misma hora del mes, aunque esa fecha sea 18 hs antes del examen;
  • comer siempre en el mismo restaurant o pedir comida de la misma rotisería (mejor no hablar de las consecuencias de los brotes psicóticos si el local cábala cierra, aquí un breve artículo testigo).
Dentro del estudiante cabulero están también aquellos que hacen promesas ridículas para aprobar, las que mantienen hasta que su suerte cambie. Estas promesas suelen hacerse cuando el estudiante viene en una mala racha o cuando llega muy justo con los temas. Entre ellas están las conocidas:
  • no me corto más el pelo (o su opuesta, me rapo);
  • no me afeito más;
  • usaré las ojotas al revés;
  • me como esa lata de atún que está en la heladera desde 1993;
  • pago un asado a toda la muchachada (rara vez la cumplen);
  • me pongo una borrachera atómica (cumplida casi en el 100% de los casos);
Al momento de desaprobar un examen, el cabulero deshecha automáticamente todos los rituales, no sin antes repasar minuciosamente todos sus pasos hasta encontrar la verdadera razón por la que falló: el peluquero le dejó el pelo 4 mm más largo, pero por sobre todo no pudo sentarse en el 2do banco de la 4ta fila porque un pailón desconocido le ocupó el lugar.

En la imagen vemos 4 referentes cabuleros conocidos con su respectivo ritual: Mostaza y sus cuernitos que evitaban goles, Basile y el Panadero Díaz con el abrazo de talco que hacía ganar partidos, y la china Yi Lian Pan que prometió cortarse el cabello recién cuando el Partido Comunista pierda una elección en su país (aclaramos que el PC en China es el único partido político, por lo que ese pelo crecerá por un largo tiempo más).

El Nervioso
Este estudiante hasta media hora antes del examen se encuentra en perfecto estado, relajado y seguro de lo que sabe, con la confianza necesaria para obtener un buen resultado. Sus problemas comienzan cuando la hora de la verdad se acerca, en ese momento sufre los siguientes síntomas:
  • las dudas lo acosan, repasa mentalmente los temas y comienza a olvidar cosas, saca el apunte, lo lee, pregunta a los demás... se vuelve a olvidar...
  • comienza a sudar en exceso, camina rápidamente por los pasillos, toma pequeños sorbos de una botella de agua que agita rápidamente, mientras farfulla insultos
  • toma una hoja e intenta escribir alguno de los temas... no lo logra... destruye la hoja y tira la birome contra la pared... se toma el pelo (si es que todavía tiene)

Lo peligroso del nervioso es que algunas veces comienza a transmitir su nerviosismo a los demás, creando un aura de inseguridad que rodea a todo el curso y que puede llegar a ser catastrófico en los resultados del examen en general.
Es por eso que recomendamos tratar de calmar al nervioso, no dejarlo entrar en su debacle anímica. Para esto hay que distraerlo y hacerle olvidar que se acerca el examen, son buenos unos mates, contar chistes o anécdotas de temas totalmente diferentes, hacer malabares con los bancos o montar un espéctaculo de mímica.
En caso de que el nervioso alcance su estado "alfa nerviosum", en el cual partículas de nerviosismo cargan el ambiente peligrosamente, recomendamos alejarse de él lo más que les sea posible y ponerse el casco cónico de aluminio para prevenir el contagio.

En la imagen vemos al estudiante indio Sendil Rampartulti, en la prueba en que logró perfeccionar los cascos de aluminio que reducen el efecto de las ondas "alfa nerviosum". CAPO SENDIL!!!

El Preguntón Contestatario
Este es uno de los tipos de estudiante más molestos, ya que tiene una maldita costumbre que le cae muy mal a casi todos. El preguntón contestatario llega al lugar donde uno se encuentra estudiando con sigilo y aparentemente desinteresado de todo tema que indique estudio. De repente saca una hoja, se acerca y nos pregunta cómo resolver cierto ejercicio. Uno intenta explicarle cómo entendió el ejercicio, y cómo lo resolvió, pero a mitad de la explicación nos interrumpe y nos da su punto de vista de cómo él lo resolvería. Lo molesto es que intenta convencernos de que su manera de interpretar el ejercicio es el correcto y el que uno debería aplicar. Uno le aclara que así lo explicó el profesor, que así está en los libros e internet, pero el joven sigue intentando imponernos su forma de resolverlo (que muchas veces es más complicada o, peor aún, errónea).
Lo más peligroso es que uno se puede trenzar en una discusión interminable que nos lime nuestra energía mental, por lo que lo más recomendable para evitar dicho conflicto es decirle "ok, hacelo como quieras, yo lo sigo haciendo como siempre". Lo peor es que luego de esta interacción con el preguntón contestatario cuesta mucho volver a retomar lo que veníamos haciendo, perdiendo valioso tiempo que nunca más volveremos a ver.

El Kamikaze
Aventurero y cabeza dura, es un amante de esa adrenalina que genera el ir a rendir con muy poco tiempo de estudio.
El estudiante entra en este modo al pronunciar la frase: "me pongo la vincha" para luego dedicarse a estudiar y rendir en menos de la mitad de tiempo de estudio que la media de sus compañeros, con resultados finales muy diversos.
El kamikaze no perjudica a los demás, salvo en casos extremos en que el exceso de adrenalina lo pone loquito, pudiendo llegar a emitir alaridos, tirar al aire la famosa grulla durante 14 minutos o tomarse un lata de fluido manchester con sprite.
El alto stress que acarrea el kamikaze tiene como efectos colaterales la pérdida de cabello, imsomnio, achinamiento de ojos y vampirismo.

Vemos a José Pícoro, estudiante que abusó del método kamikaze, en sus distintas fases. 1ro normal, luego haciendo la grulla en cualquier lado, para terminar siendo ese engendro extraño. Aclaración, no pudimos averiguar cuál es la fase normal.

Quedaron otras categorías que serán incluidas en una próxima entrega, porque sino esto se pone muy largo y denso.
Si conocen algun otro comportamiento habitual que hemos omitido, por favor no dejen de hacernoslo saber.

Saludos Pastafroleros, para la próxima traeremos un detallado informe de cómo montar una empresa propia y fundirla en menos de 12 días.

DIFUNDE LA PASTAFROLA